Dar talleres para niñas (niños todavía no se engancho
ninguno, pero siempre son bienvenidos!) es siempre divertidísimo! Mientras
cosemos, charlamos de nuestras familias, que hacen después del cole, que miran
en la tele.
Hay días que se impacientan por terminar, pero a quien no le
pasa?
Las edades varían según los talleres. Cuando hacemos
muñecos, empiezan a venir a partir de los 5 años. Suelen ser talleres
intensivos de uno o dos días y se llevan un muñeco hecho en clase.
Aprenden a
coser, a sacar los moldes y a combinar las telas a su gusto.
Lo divertido es cuando a la primera pregunta de quién sabe
coser, las más chiquitas por lo general responde: yooooo. Y les pregunto cuantas veces cosieron y
siempre responde una sola vez.
Hacer muñecos es dar vida a unos retazos de tela, es crear
un nuevo amigo que lo diseñamos como queramos.
Le bordamos la carita y hay quien le empiezan a poner accesorios: moños,
pulseras…
Mis muñecos terminan siendo regalos para los niños de la
familia, para hijos de amigas. Me gusta mucho cuando veo que se convierte en el
muñeco favorito.
También realizo talleres anuales, a donde cada costurerita
viene y crea lo que quiera. Las pre adolescentes de 11 a 13 años, se hacen
almohadones, carteras de tela, llevaban
para arreglar ropa y faldas para las primeras salidas con amigas. Con ellas
tengo charlas de chicas más grandes, tomamos mate, nos reímos, me enseñan
aplicaciones del celu y otras tecnologías, pero sobre todo nos divertimos.
Y lo mejor de todo es que las que ya dejaron de ser niñas,
siempre se quieren sumar a estos taller para hacer muñecos para hijos y
sobrinos.